Su rostro comenzó a ser conocido cuando, en 2001, llegó a TVE para intervenir en la serie Cuéntame cómo pasó, pero aquello no fue más que el comienzo. Desde entonces ha participado en Hospital Central, ha protagonizado la tercera temporada de Amar en tiempos revueltos y, lo que es más importante, ha hecho realidad su sueño de ser reconocido como actor. En esta ocasión, le toca interpretar a un seductor arquitecto que vive y deja vivir.
¿Fue largo el camino hasta llegar a esta telenovela?
No, acababa de terminar ‘Amar en tiempos revueltos’ y estaba tomándome unas vacaciones, porque me encontraba muy cansado. Sin embargo, me sentí afortunado, ya que era la primera vez que me ofrecían hacer comedia.
Rafa es un triunfador...
Sí, eso dicen. En realidad es que él no sabe que hay dos personas iguales. Sólo está enamorado de una y no las distingue, porque es muy despistado. Es pasional y el sexo le pierde, pero siempre con la misma mujer. No es un picaflor.
¿Qué tal llevas lo de grabar escenas con poca ropa?
Un placer. Con chicas tan guapas como Sabrina Praga (Rebeca) y Alejandra Lorente (Sara) a mi lado no siento pudor alguno.
El parecido físico entre las dos es espectacular. ¿Las confundes?
Me ha pasado alguna vez en el plató y cuando las veo de perfil, pero cuando están vestidas para salir a la calle no me equivoco. Se nota perfectamente que son distintas.
¿Alguna vez has fantaseado con la idea de tener un gemelo?
Hasta que no llegué a la serie, no. Pero ahora pienso que sería estupendo que hubiera alguien igual que tú para que fuera a grabar cuando estuvieras cansado o te ayudara con el carné de conducir...
¿Y a la hora de ligar?
Menos para los ratos íntimos, podría compartir la novia con mi hermano. Sería divertido ser gemelos e incluso salir con dos gemelas.
¿No te ha pasado nunca?
No, que yo sepa. Sin embargo, he tenido novias que han cambiado mucho de repente. Las mujeres sois así, a veces tenéis el día cruzado y no hay quien os entienda (risas).
¿Carlos García es tan pasional y honesto como Rafael Cazorla?
Sí, aunque yo soy más aventurero y pícaro. Pero en su misma situación sería más travieso.
¿Y también estás enamorado?
Ahora no. Pero cuando comparto mi vida con alguien, puedo ser tan detallista como él o más.
¿Eres mimosón?
Soy cariñoso, pero no empalagoso; y tampoco me va que lo sean conmigo. Necesito mi espacio.
¿Y celoso?
Suelo decir que no, pero he de reconocer que un poco sí; aunque nunca hasta lo enfermizo. Creo que todos tenemos un punto de celos. Me gusta tener mi independencia y que mi pareja también la tenga, pero me fastidia si me dice que va a salir una noche con un amigo.
¿También te molesta que el confidente de tu novia sea un hombre y no una mujer?
Eso suena tipo gay. En ese caso no hay ningún problema (risas).
¿Pero si no fuera homosexual?
Entonces tendría que analizar la situación y la relación que comparten. Las chicas poseéis mucha intuición, pero los hombres también. Si un hombre está detrás de tu novia, lo notas a la legua.
¿Has tenido muchas relaciones?
No, pocas pero largas.
¿Y has sido infiel alguna vez?
Nunca, pese a que me ha apetecido serlo. Basta que estés con alguien para que te gusten todas. Eso sí, estoy seguro de que me pillarían pronto porque para este tema los hombres somos más transparentes, ingenuos y tontorrones. Si una mujer comete una infidelidad y no quiere que se entere la otra parte, lo consigue.
¿Y te han engañado alguna vez?
Sí, y me he sentido fatal. Supuso la peor experiencia de mi vida.
¿Perdonaste?
Lo hice, pero como no puedo olvidar, rompí la relación. En ese momento sólo hay que pensar que fue bonito mientras duró.
Cambiando de tema, ¿has seguido alguna telenovela?
Ahora no veo mucho la televisión, pero me enganché a ‘Cristal’ de principio a fin, tanto que no bajaba a jugar a la calle con mis amigos hasta que no acababa. Sin embargo, creo que en España hacemos productos diferentes. La forma de interpretar en Latinoamérica es mucho más intensa, mientras que nuestras telenovelas se parecen más a los seriales radiofónicos.
Tu personaje es un donjuán. ¿Tú te consideras un galán?
No, pero me resulta divertido hacer de ello día a día.
¿Te preocupa la popularidad que puede darte tu personaje?
Me intranquilizaría encasillarme, pero creo que no me convertiré en un fenómeno como El Duque.
¿Cómo soportarías la presión que vive Miguel Ángel Silvestre?
Debe ser muy complicado. No pienso en eso, de momento sólo espero que el producto que estamos haciendo atraiga a la gente.
¿Tienes más proyectos en curso?
No, una novela diaria da mucho trabajo y es imposible compaginarlo con otra cosa. He recibido propuestas, pero he tenido que rechazarlas.
Vía teleprograma.tv
